Powered By Blogger

viernes, 11 de octubre de 2024

Solo es tiempo


Es extraño escribirte así, como si de alguna forma pudiera encontrar consuelo
en estas palabras, aunque sé que no lo habrá. Hace tanto tiempo que me siento
atrapado, perdido en este abismo que parece no tener fin, donde el eco de mis
pensamientos es lo único que me acompaña. Me veo en el espejo y ya no
reconozco a la persona que era. ¿Dónde me perdí? ¿En qué momento dejé de ser quien solía ser ?
Siempre he querido ser fuerte, pero la verdad es que me siento roto. Cada
día es una lucha, una batalla constante contra un vacío que no puedo llenar.
Intento sonreír, pero detrás de esa máscara todo es oscuridad. A veces me
pregunto si alguien realmente puede ver lo que hay detrás de esta fachada.
Tal vez si lo hicieran, se alejarían también. 
Recuerdo cuando era niño y soñaba con un futuro lleno de esperanza, pero esos sueños parecen tan lejanos ahora, casi como si nunca hubieran existido. Me siento atrapado en un ciclo de expectativas rotas, de promesas que nunca se cumplieron. Es como si estuviera caminando en círculos, siempre volviendo al mismo lugar: solo, vacío.
La soledad es mi única compañera. Y no es la soledad física, porque puedo estar rodeado de gente y aún así sentirme como si no perteneciera, como si no importara. Es como si hubiera un muro invisible entre mí y el mundo, uno que yo mismo construí sin siquiera darme cuenta.
He intentado encontrar razones, algún sentido en todo esto, pero todo lo que encuentro es más silencio. ¿De qué sirve seguir adelante cuando cada día parece igual al anterior? Hay veces en que todo parece demasiado pesado, como si cargar con este dolor fuera una tarea imposible. Quisiera dejarlo todo, descansar de esta lucha interminable.
Lo más difícil es que ya ni siquiera sé qué es lo que me duele. Es una mezcla de todo y de nada, una tristeza que me consume lentamente, como una tormenta que nunca termina. Me esfuerzo en recordar momentos felices, pero son como espejismos, imágenes distantes que se desvanecen en cuanto intento tocarlas.
A veces me pregunto si hay algo mal en mí, si de alguna manera me he vuelto incapaz de sentir alegría. No recuerdo la última vez que me sentí realmente vivo. Me he convertido en una sombra de lo que solía ser, arrastrándome por los días, esperando algo que no sé si algún día llegará. 
Las noches son las peores. En la oscuridad, cuando todo está en silencio, mis pensamientos se vuelven más fuertes, más crueles. Me dicen que esto es todo lo que habrá para mí, que este vacío es mi destino. Y no puedo evitar creerles. Después de todo, ¿qué prueba tengo de lo contrario?
Me he dado cuenta de que ya no tengo sueños. Solía tener tantos, pero uno por uno se han ido apagando. Ahora solo me queda esta sensación de vacío, de estar existiendo sin realmente vivir. A veces quisiera simplemente desaparecer, evaporarme como si nunca hubiera estado aquí.
El dolor de estar aquí, de estar atrapado en mi propia mente, es insoportable. Y lo peor es que no puedo escapar de él, porque no importa a dónde vaya, siempre me sigue. Soy mi peor enemigo, mi más cruel verdugo.
Me gustaría decirte que las cosas mejorarán, pero ni siquiera yo puedo creer eso. No quiero mentirte, no quiero llenar esta carta de falsas esperanzas. Lo único que sé es que seguiré aquí, en este mismo lugar, luchando contra una tristeza que parece no tener fin.
Quizás algún día todo esto tendrá sentido, pero ahora mismo no puedo verlo. Lo único que siento es un dolor profundo, una soledad que me consume desde dentro. Y aunque intento no rendirme, hay días en que siento que ya no tengo fuerzas.
Me gustaría saber cómo se siente ser feliz otra vez, cómo es no sentir este peso constante sobre mis hombros. Pero ese recuerdo se me escapa, y todo lo que queda es este abismo interminable. Sé que soy yo quien tiene que encontrar una salida, pero a veces me pregunto si realmente quiero hacerlo, quizás sea más fácil simplemente dejarme llevar, dejar de luchar y aceptar que esta tristeza es lo único que me queda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario