Sentado a la orilla del mar, sintiendo la inmensidad de su azul profundo, anhelo tu abrazo cálido y la melodía de tu voz susurrándome al oído.
Le pregunto a las estrellas por ti, y me contesta el oleaje del mar, como si las aguas quisieran contarme secretos que solo tú y yo comprendemos. En la soledad de la noche, tu recuerdo me envuelve como un manto de amor.
Aquí, en esta soledad, en esta isla solitaria, mi corazón anhela tu presencia como el faro anhela la luz en la oscuridad. Cada suspiro se convierte en una canción de amor perdido, y mis pensamientos navegan en el mar de tus recuerdos, los peces ríen, las estrellas disminuyen su brillo en comparación a la luz de tu sonrisa, que ilumina mi mundo en esta isla solitaria. Cada noche, en medio de la quietud, mi deseo más profundo es que estés aquí, compartiendo este rincón de ensueño conmigo.
En la penumbra de esta isla desierta, el eco de tus palabras se convierte en mi única compañía. Las noches solitarias se desvanecen cuando cierro los ojos y te imagino a mi lado, fundiéndonos en un abrazo eterno, mis pensamientos viajan lejos, como los barcos que parten al horizonte. Aún en la soledad, mi corazón te encuentra en cada rincón, y el susurro del viento me recuerda tu voz, la melodía de mi alma, la brisa marina acaricia mi rostro en esta isla solitaria, y en cada ola que besa la playa, siento el eco de tus besos. Aunque la distancia nos separa, nuestro amor es como la marea, siempre regresando, inquebrantable, la oscuridad me abraza, el viento besa mi piel, sentado en esta inmensidad, en esta isla en medio de la nada, escucho el viento, escucho el silencio, el eco de mis pensamientos me lleva de regreso a ti, como el susurro de las olas en la orilla, incesante y eterno, te marchaste, y no sé si leas mis palabras, si veas mis pensamientos, si acaricies mi vida con tus rezos, solo se que estás aquí, tan cerca y a lo lejos.....
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