Más interesante que lo que la gente dice es su pensamiento secreto, y esto es lo que importa conocer, por que la verdad filosófica no es la concordancia del pensamiento con el objeto, sino la adecuada expresión del ser del propio filósofo.
martes, 29 de abril de 2025
Lele cabecha
No sabes lo que duele el escribir para saludar y solo empezar a leer reproches y eufemismos con toques de verdad. Siempre te amé como se ama al mar, con la conciencia de su inmensidad, con la certeza de que no se puede contener, pero con la dicha de haberlo tocado. Te piensas en mi vida como un suspiro fugaz, echarte de menos no es un acto de tristeza, es el eco que deja una melodía después de haber sonado muy fuerte en el pecho, siempre amaré lo que fuimos porque es real, aunque no haya durado, amo lo que eres, aunque no estés ( aunque siempre reciba reproches y recuerdos de mis errores ) porque es verdad, no sabes lo que duelen esas palabras. La despedida que tanto mencionas como una puerta que yo cerré siempre la vi como una ventana abrí para que siguieras como el aire, ¿ acaso crees que no siento nada ? Me queda claro que piensas que nunca senti nada por ti pero eso es lo más alejado de la realidad, nunca me he despedido, las despedidas, contigo, no se sienten como un final… sino como esas pausas largas entre dos capítulos importantes, no hay día en que no me cruce con algo que me recuerde tu voz, tu forma de mirar, tu manera de callar. Estás presente sin estar, como la luna en el día: invisible, pero influyendo en las mareas, No devuelvas lo que aún sientes, si es que algo queda. Guárdalo como se guarda una flor entre páginas: no para que duela, sino para recordar que existió, quizá te amé en silencio por cobardía, pero te amé con cuidado, con torpeza quizá, pero con verdad, y aunque nuestras huellas vayan ahora por caminos distintos, quiero que sepas que sigues caminando conmigo… en lo invisible, en lo esencial. Por qué siempre voy a amarte.
domingo, 27 de abril de 2025
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Existen dolores que no hacen eco en la tierra,
dolores que caminan con pasos de niebla,
invisibles para los ojos, pero eternos como la sombra que el sol olvida, no nos arrancamos por falta de amor,
sino porque a veces, el amor también sabe destruir aquello que más anhela salvar, creo que somos un incendio que no supo ser faro, esa tormenta que deseó ser caricia, el juramento pronunciado en un idioma que el alma aún no sabía hablar.
No hubo olvido, creo que solo la imposibilidad sublime de dos corazones latiendo en frecuencias distintas,
como dos estrellas que, aun deseándolo, no coinciden siempre en el mismo cielo.
Te llevaste tu presencia,
pero no tu esencia, porque amar no siempre es sostener: a veces, amar es aprender a guardar silencio ante los hechos. Siempre tendré este sentimiento que no se rompe como el hilo de esa pulcera, en la grieta misma del tiempo,
donde la lógica se rompe como un cristal olvidado en el invierno, donde ni siquiera el lenguaje alcanza,
en el sitio donde pensar tu nombre es más real que pronunciarlo.
Eres y serás la carta que nunca escribí y que, sin embargo, reposa en cada latido, el rostro esculpido en la memoria del viento, la herida que no sangra, pero a la que mi alma acude a beber eternamente.
Quiza pienses que no necesito tus manos ni tus ojos: pero los sentimientos siempre estan en los pliegues invisibles donde la vida se confunde con el sueño,
en la certeza muda de que algunos amores no fueron creados para ser vividos,
sino para ser reverenciados en secreto, amada en la vastedad de todo lo que no fue y en la cima de todo lo que jamás fué, porque hay dolores que no se nombran sin quebrar el aire, y hay amores que, aun en su ruina, son más verdaderos que los que alguna vez brillaron ante el mundo.
Amada en el silencio que no exige, que no implora,
que simplemente existe, inmutable,
como la última luz antes del fin del mundo.
sábado, 26 de abril de 2025
Med
Me parece que mis palabras no logran alcanzarte en la forma en que desearía. No te culpo, no te reprocho, ni busco justificarme. No intento reavivar antiguas heridas, ni persuadirte de nada. No hay dobles intenciones en lo que te expreso; no pretendo herirte ni hacer mofa de ti, pues jamás he concebido el dolor ajeno como camino, ni el señalamiento como propósito.
Sé que, desde tu percepción, podrías pensar que busco culparte o que me aferro a mi propia culpa, pero no es así. Lo que ocurrió pertenece ya al pasado, y en el pasado debe permanecer. ¿Qué sentido tiene seguir desgastándonos en las mismas discusiones?
Recuerdo con total claridad que me dijiste que no serías mi amiga ni ocuparías ningún otro lugar en mi vida; lo tengo presente, sin necesidad de recordarlo a cada momento. Sin embargo, aun cuando las circunstancias nos distancien, siempre seremos algo, alguien, en la memoria del otro. Porque, al final, como dicta ese "Carpe Diem" que tanto me atribuyes, jamás he querido etiquetar relaciones ni sentimientos.
Te lo expresé alguna vez: vivir es viajar, es habitar una maleta perpetua, es pertenecer a todos los lugares y, tarde o temprano, partir de todos ellos ( Me refiero a morir )
Guardo intacto en la memoria aquel instante en que, viéndonos frente a frente, me pediste que me alejara y te dejara en paz. No fue un mensaje escrito: fue palabra viva, pronunciada en presencia.
No deseo remover lo que ya ha sido, ni encontrar culpables donde no los hay. Y si, de algún modo, piensas que asumir que tú diste fin a nuestra historia me ofrece algún consuelo, puedes quedarte con esa idea; mas para mí resulta, en verdad, un gesto superfluo. ( No es una ofensa ) Hago referencia a que recortes el mismo sendero de tus palabras cuando no debes hacerlo.
viernes, 25 de abril de 2025
Snifea
Siempre mi frágil memoria, pero hay un instante que permanece impreso con una nitidez inolvidable: aquel día en que, con voz serena por el hastío, me dijiste: “ya déjame, déjame ir, por favor”. Recuerdo haberte preguntado si realmente eso era lo que deseabas. No lo hice una sola vez, ni dos; fueron tres ocasiones en las que aún aferrado a ti, buscaba una fisura en tu convicción. Pero tu respuesta fue inmutable: querías que me alejara, que me desvaneciera de tu vida, que te dejara en paz.
Insistí, aún incrédulo, y reafirmaste lo dicho con una serenidad: sí, eso querías. Me confiaste, sin rodeos, que estabas exhausta, saturada, vacía de nosotros. Y fue entonces cuando tu discurso comenzó a mutar; hablaste de soltar como un acto supremo de amor, de que liberarte era también una forma de querer. Dijiste que si te dejaba ir, el olvido haría su trabajo, y que pronto te convertirías en un recuerdo difuso. Pero eso nunca ocurrió.
Fui culpable de tus heridas, lo sé. Y tú, con precisión quirúrgica, me lo recordabas, como si en ello encontraras una suerte de consuelo. Nunca supe si lo hacías para liberar tu dolor o para mantenerme atado a él. Pero lo cierto es que jamás me fue indiferente.
Mis palabras carecen de doble intención. Si incomoda que te diga lo que siento, que ese sentimiento permanece intacto a pesar del tiempo y la distancia, sólo puedo suplicarte perdón una vez más. Y si algo he de lamentar eternamente, es que incluso separados, nuestras almas sigan enredadas en los mismos desencuentros.
Serenidad
A veces la vida nos pone frente a espejos que no sabíamos que necesitábamos. Personas, circunstancias, palabras que, sin querer, nos muestran partes de nosotros mismos que aún están aprendiendo a nombrarse. Y en ese proceso, no hay culpables, sólo experiencias.
No te escribo esto para señalarte nada, sino para dejar un pensamiento sembrado, como quien deja una semilla en tierra fértil, esperando que algún día brote, cuando sea su tiempo.
Cada gesto, cada elección, tiene su peso, su eco. No siempre vemos el efecto de lo que decimos o hacemos, pero eso no significa que no deje huella. Así como una piedra lanzada al agua no ve las ondas que genera, nuestras acciones a veces viajan más lejos de lo que imaginamos.
Quizá esto no cambie nada. Pero si alguna vez vuelves sobre estos recuerdos, o sobre alguien que se cruce contigo en un momento parecido, deseo que estas palabras te acompañen. No para juzgarte, sino para ayudarte a ver con otros ojos, con más conciencia.
Porque al final, todos estamos aquí aprendiendo. Y si compartimos un momento, aunque breve, que nos haga mejores, entonces nada fue en vano.
Yo aprendí mucho de ti, y lo sigo haciendo, hasta el día que decidas echarme de tu vida.
jueves, 24 de abril de 2025
Beethoven o Nervo ?
Siempre atesoré cada instante; cada risa, cada silencio, incluso los días grises tenían su belleza habitada por nosotros. Pero nunca encontré placer en la discordia, ni gozo alguno en ver cómo tus lágrimas encontraban camino por tus mejillas. Me dolía más de lo que alguna vez pude decirte.
Hubo momentos en que el velo del sarcasmo era tan denso en ti, tan hábilmente tejido, que ya no podía distinguir dónde terminaba el juego y comenzaba la herida. Como ahora… donde las palabras se entrelazan con dobles sentidos.
Y sin embargo, no lo niego: siempre hubo un destello entre nosotros. Un destello que comenzó con la primera mirada, con la primera palabra… y que, quizás, nunca terminó. Una corriente sutil que fluía sin que hiciéramos mucho por detenerla, como si el lenguaje secreto entre tú y yo siempre hubiera existido.
¿Minimizar? Tal vez. Quizá solo aprendí a reducir el volumen del dolor cuando discutir jamás fué opción. No todos los silencios son desprecio, a veces son solo la forma más digna de resistir sin herir más.
Mereces que te enseñe la lengua, aunque a veces muerdas, en tooooodos los sentidos que lleva esa frase.
miércoles, 23 de abril de 2025
Lenwitaaaa
Te enseño la lengua porque sí, porque soy travieso y pícaro,
porque la vida es más sabrosa cuando se juega sin horario,
cuando las reglas se rompen con una sonrisa en la cara,
y los silencios se llenan de carcajadas con sabor a mango.
Te enseño la lengua sin miedo, sin filtro ni maquillaje,
porque en mi mundo no hay máscaras que disfracen el coraje,
y si provoco, es por gusto, por ver cómo se te eriza el alma,
cuando la picardía se cuela por la rendija de tu calma.
Te enseño la lengua como un niño que no pide permiso,
como un poema mal portado que escapa del compromiso,
porque entre bromas y guiños, hay verdades que se dicen mejor
con una chispa en los ojos y el corazón en descontrol.
Te enseño la lengua y también el alma, si quieres verla,
aunque a veces parezca que solo juego a la guerra,
porque incluso en mi rebeldía hay un deseo sincero:
que te rías conmigo, aunque solo sea un ligero destello.
Memelitas
Nunca me gusto pelear, los malos argumentos son lo mío, también me he disculpado por lastimar cada célula de tu ser, indirectamente siempre lo he dicho, porque se que soy malo pero no un monstruo, vivo en la oscuridad pero eso no me hace vampirito, y nuevamente me disculpo por todas las malosidades que hice, ahora voy a comer unas memelitas 😀
lunes, 21 de abril de 2025
Ley
Después de todo piensas que te odio, pero no es así, tampoco odio el amor que siento por ti, aquí está presente y siempre existirá de la misma forma, la gente común suele verlo como una tormenta pero nunca será suficiente, nos amamos tanto que duele. Lo que realmente queremos la vida suele negarlo, por eso siempre vuelvo al momento cuando nos conocimos, un momento de choque, hasta que nos cansamos, ¿ acaso piensas que no siento nada ? La última vez que hablamos eras tan fría, te alejabas y no mirabas atrás, pero ni aún así dije adiós, y no es porque hayamos prometido tantas cosas, porque puedo ser el peor de los hombres y también el mejor, de eso se trata el ser humano, me igniraste en tus últimos mensajes y no te juzgo, solo quería saber si estabas bien, supuse que si por tus respuestas, no puedo negar que odio muchas cosas de mi, pero no me engaño y no lo niego. A veces nos volvemos seres que valen tanto como estrellas, nos dedicamos días sin respirar, y decidí que solo sería amado por ti, quizá fué egoísta de mi parte, pero sé que grabé mi nombre en tu pecho y tú en el mío, no soy tan tonto, nunca fuimos casuales, eramos uno solo, y a pesar de que te hayas alejado así será siempre, sin importar si me rechazas o me rompes, siempre seré esclavo de tu amor.
viernes, 18 de abril de 2025
Catarsis
Podemos ver nuestro reflejo en un sucio espejo y sentir que no existe conexión alguna entre nosotros mismos, que fuimos solo amantes de un cero absoluto, y que solo fuimos una cara de la que nos enamoramos en nuestros sueños de cristal, oramos día tras día y agradecemos a Dios y no contamos con el que realmente quiA después necesitemos orar más, no se trata de que tires a la basura las preocupaciones y desaparezcas, paseamos juntos, vivimos, y siempre fuimos únicos, el uno para el otro.
El vacío en el que vivimos es simplemente soledad, y esa soledad es demasiadas cosas pero se resume en la limpieza de nuestras vidas, y esa limpieza es como piedad ¿ no lo crees ? Y en algún momento llegué a pensar que Dios, mi Dios estaba tan vacío como nosotros, intoxicados por la locura que es vivir, enamorados absurdamente de la maldita tristeza mientras vivimos en un maldito reino encantado que parece eterno pero que en realidad es una puta fracción de tiempo, víctimas del el mismo comemos, bebemos y "vivimos" , pero nunca dejamos de estar abajo, abajo en este barco que hunde, me refiero a la vida, dónde nos culpamos a nosotros mismos, por lo que no puedo ignorar, por mis errores, por mía defectos, por querer más, pero jamás por los sentimientos.
crisol
Te leo y no te veo, en un suspiro te habías ido, tan distantes como si no hubiesemos existido, ¿ acaso existe la eudaimonía ? Solo se que a veces el rencor separa más las personas, pero al final lo que sabemos no importa ¿ o si ? El tiempo pasará y seguirás olvidando que existi en tu vida, pareciera un mundo postapocaliptico, tan etéreo, dónde al escribirte me encuentro con una sensación de liminalidad en tus palabras, y donde yo soy tan ambiguo, aún así, no dejo de escribir, porque la burra siempre estará en mi, y jamás dejará de hacerlo. MII
miércoles, 16 de abril de 2025
Tiempo
Las noches suelen ser frías en primavera, aún más cuando la sombra de los recuerdos te abraza bajo esa tenue luz con el sonido de pequeños grillos cantando, invitandote a mirar más allá de esas 4 paredes.
La vida es más que simples notas, tersas palabras y bellos actos, decir y hacer son tan distintos pero aún así no pierden valor alguno ninguna de las dos fracciones. Llegué a llamarte, y solo encontré reproches, pensé en todo lo malo que soy y pude ser, pero, nunca me hice esa pregunta, me amo y claro que siempre lo haré, así como siempre te amare, dónde hayas ido, al final, la vida solo es una, y en un pequeño parpadeo ya no existiremos, pues ahora ya no somos lo que pensé que siempre seríamos.
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