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Nos hemos sentido abandonado, olvidados por el mundo, como sombras perdidas en un rincón de la existencia, donde el silencio es testigo de nuestra soledad eterna. Servimos al mundo que está hundido en la neblina de Dios mientras danzamos en la penumbra, sirviendo a un dios indiferente, nuestras almas se desvanecen en la bruma de un propósito sin sentido. Dime Moon, haz disfrutado tu vida ? Que es lo que más extrañas ? Fuiste silente testigo de mi existencia errante, conocimos el placer y la añoranza de un resplandor efímero, perdidos en la vastedad del tiempo sin retorno, hacia donde me dirijo ? No lo sé, hacía donde te dirijes ? Tampoco lo se, En el tumulto de la oscuridad, somos viajeros sin brújula, marchando hacia el abismo de lo desconocido, donde el destino se desvanece y nuestras huellas se borran en el polvo del olvido, aún así esa vela de cumpleaños que apagaste por mi la guardo en mi corazón, como ese ramo de flores de papel que dice te amo, en la penumbra de los recuerdos, la vela extinguida y las flores de papel desvanecidas se convierten en ofrendas efímeras, atesoradas en el santuario de mi corazón que late en la triste sinfonía de lo perdido. Aún estás aquí.