Hablando con la Luna

En la quietud de mi pluma digital, la luna se convierte en un lienzo de ensueño, reflejando su rostro ahora  misterioso, como si mis palabras fueran susurros que despiertan secretos cósmicos. Soñé que con una taza de café  nuevamente medite con ella, sobre mi venian  preguntas y reproches, ha pasado tan poco y nos parece tanto por qué no es algo que se encienda y se apague, la luna es tan hermosa de cualquier lado que la vea, en cualquier lugar la recuerdo, cuando su luz me abrazaba, cuando su sombra me sobrepasaba, pero siempre me cubría, En la penumbra de mis temores, la idea de perder el fulgor lunar me envuelve, en mis sueños, encuentro consuelo al abrazarla, temiendo que algún día su resplandor se desvanezca de mi vida, llevándose consigo las respuestas cómplices que siempre he hallado en sus silencios iluminados, es decir en esta simple pantalla, por qué aunque sea así, se que estás ahí, lejos de mi, pero leyendo cada palabra que escribo por ti.